Problemas en el matrimonio por dinero.



Un factor irritante en un matrimonio es el dinero. Es probable que los cónyuges antes del matrimonio tenían sus propias maneras de gastar y ahorrar el dinero. Hay que ponerse de acuerdo, sobre cómo dividir los gastos de la casa antes de casarse, para que nadie se siente engañado o desfavorecido económicamente.

A pesar de que estaba bien para él, pagar una cena o una película, cuando eran novios, el matrimonio exige una auténtica asociación económica.

El amor es algo maravilloso, pero sin dudas una relación, no puede sostenerse solo con el amor. Hay cosas que toda pareja tiene que afrontar como la educación de los hijos, los proyectos de vida a futuros y el dinero.

Hablaremos ahora del dinero, por que es una de las cosas por las que suelen discutir las parejas. Pero lo peor, es que la mayoría de las veces, no se pelean por falta de dinero, sino por la falta de comunicación acerca del dinero.

Vivir en pareja significa compartir. El dar sin esperar nada a cambio. Hay que unir intereses, deseos y propósitos, además del amor y otras responsabilidades.

Las claves para una buena salud económica en pareja, se asientan en dos pilares: la sinceridad y el saber compartir. La sinceridad es la base de cualquier relación, pues cuando se miente en cuestión de dinero, pueden surgir dudas relacionadas con infidelidades, vicios ocultos, etc.

Por eso es bueno crear un fondo de dinero en común, donde ambos miembros aporten. Así conseguiremos controlar el dinero, ahorrar y evitar problemas y discusiones.

Lo mas importante es hablarlo cuanto antes, por que hay enemigos como el despilfarro y la tacañería que son totalmente opuestos al buen funcionamiento del matrimonio. Ambos hacen daños. El despilfarrador no controla los gastos y  al tacaño le cuesta pagar. Por eso les voy a dar algunos consejos:

Darle al dinero su justo valor. No obsesionarse con el,  pero tampoco trivializarlo.

Controlar los gastos, ajustándose al presupuesto. Una cuenta en común para llegar a fin de mes.

Comunicación. Con sinceridad. Todo puede solucionarse si se habla con calma.

No mentir en los gastos para que no surja desconfianza.

Tener un presupuesto individual, que nos asegure un espacio personal.

Siguiendo estos consejos podremos conseguir el perfecto equilibrio para el buen funcionamiento del matrimonio.

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