La alabanza en la pareja

Según el filósofo griego Jenofonte: “La alabanza es el más dulce de los sonidos”.

Vivimos a veces tan rápido, que olvidamos elogiar a nuestra pareja. Los elogios son la base del enamoramiento. Cuando estamos en plan de conquistar a una pareja, no perdemos ninguna oportunidad de decirle frases como: “que bien luces hoy” o “eres todo lo que siempre soñé “ o “ me encanta estar a tu lado”. Al pasar el tiempo pensamos que eso es algo del pasado, que para que vamos a repetirlo, si ya lo hemos dicho. Pero aquí está el error, todos necesitamos sabernos reconocidos y amados por nuestra pareja.

Muchas parejas descubren que cuando se asientan en su matrimonio, los elogios o alabanzas, no son tan frecuentes como cuando eran novios. Piensan que para que tienen que decir frases halagadoras todos los días. Que ya se lo han dicho. Que es obvio, que si están juntos es por que se aman.

A veces algún miembro de la pareja, se encuentra deseando que su esposo o esposa le felicite de la misma forma en que su jefe lo hace, después de un trabajo bien hecho.

Se ha comprobado psicológicamente que quien recibe un halago, tiende a repetir esa conducta, por que a todos nos gusta sentirnos apreciados.

Piensa en algo que no le dirías a nadie mas y no mientas.    Los halagos pueden hacerse desde elogiar una ropa, o su cuerpo o su comida. Haz del halago parte de tu relación.

Si usted ve que su esposa trabaja a conciencia en el gimnasio para mantener el peso, ¿alguna vez pensó que ella probablemente hace esto para usted? Diciendo algo como: "Estás muy disciplinada en tus esfuerzos por lograr tus objetivos, estoy orgulloso de ti". Esto se sumará a su auto-confianza y reforzará su actitud de que ella está haciendo algo que es saludable y que usted aprecia.

Si su marido es bueno con las cuentas, tienes que alabarlo por sus habilidades en el cálculo rápido. "Eres increíble con los números". Esto le dará un sensación de orgullo, y él se sentirá importante para usted.

Debemos practicar dar crédito donde es debido y ser sincero acerca de sus alabanzas, para que se conviertan en un hábito. Pero para eso hay que recorrer un largo camino, hacia el fortalecimiento de este aspecto en el matrimonio.