Los niños y el divorcio de sus padres.




Los niños sufren el estrés del divorcio de sus padres. Pero ocultarle la situación, no es lo mejor. Cuando tengamos claro lo que se valla hacer, debemos darle la noticia. Aunque no existe una manera fácil de decírselo. De ser posible, intente que ambos (usted y el otro progenitor) estén presentes durante la conversación. Es importante, dejar a un lado los sentimientos de enfado, culpa o remordimiento.   

Explique a su hijo, que a veces la forma de quererse de los adultos, experimenta cambios. O que usted y su pareja no pueden ponerse de acuerdo, en cosas importantes y por lo tanto, tienen que vivir separados. 

Facilite a su hijo suficiente información, a fin de que esté preparado para los cambios que van a tener lugar en su vida. Intente responder a sus preguntas, de la forma más sincera posible.  

Los niños reaccionan de forma diferente ante un divorcio.  El impacto del divorcio en los niños, varia según la edad.personalidad y las circunstancias concretas del proceso de separación y divorcio. 
  
  • Los Bebés: Muestran alto grado de irritabilidad, más llanto y malestar. Cambios en el sueño y los hábitos alimentarios.  
  
  • Los niños pequeños: reconocen el hecho de que uno de los padres ya no vive en el hogar. Pueden expresar este cambio en su vida con manifestaciones de ira. Pueden perder algunas habilidades previamente adquiridas, como el control de esfinteres o volver a chuparse el dedo. Cambios en los patrones de sueño y pueden tener pesadillas.  
  
  • Primaria. pueden culparse a sí mismos por el divorcio, pueden sobre-preocuparse por los cambios en sus vidas, pueden exhibir tristeza y duelo debido a la ausencia de uno de los padres, pueden ser agresivo y violento con  los padres y los culpan de el divorcio, pueden fantasear con que sus padre van a volver a estar juntos.  
  
  • Los pre-adolescentes: pueden sentirse abandonados, por el padre que se marchó de casa. Pueden alejarse de sus amigos y actividades favoritas. Pueden mostrar un comportamiento extraño y utilizar un lenguaje grosero. Pueden sentir rabia e incertidumbres  sobre sus conceptos de amor, el matrimonio y la familia, pueden sentir que están creciendo  demasiado pronto. Pueden estar preocupados, por las finanzas de sus padres.  
  
Entre las principales cosas que ambos padres pueden hacer para ayudar a su hijo a atravesar este difícil período, figuran las siguientes: 

  • Mantener los conflictos, riñas y discusiones acaloradas, así como los comentarios sobre los aspectos legales del divorcio al margen de los hijos. 

  • Reducir al mínimo la alteración de las rutinas cotidianas del niño. 

  • Restringir la negatividad contra el otro, así como el resentimiento y la tendencia a echarle la culpa de la situación. 

  • Asegurarse de que ambos padres siguen implicados en la vida del niño. 

Muchos niños (y padres) sienten mucho, el hecho de haber perdido el tipo de familia que deseaban tener y sobre todo los niños, echan de menos al progenitor y la vida en familia que tenían. Por eso es tan habitual y completamente natural que algunos niños mantengan la esperanza de que sus padres volverán a estar juntos, incluso después de haberles explicado el carácter definitivo del divorcio.

Lamentar la pérdida de una familia es normal pero, con el tiempo, tanto usted como su hijo acabarán aceptando y adaptándose a la nueva situación. Por lo tanto, tranquilice a su hijo diciéndole que es normal que al principio desee que sus padres vuelvan a estar juntos, pero explíquele y déjele bien clara la decisión que ambos han tomado al respecto. 








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