Cuando el corazón se detiene, ha llegado el final.
El final ha llegado. Ha llegado
el momento de ir a decirle; que ha sido bonito, que le deseas lo mejor y que lo
sientes mucho.
Por que el amor no es y no
puede ser simple afecto. No se trata de costumbre, ni de amabilidad. El amor es
locura, es el corazón que late a dos mil por hora, la luz que surge de noche en
pleno atardecer, las ganas de despertar por la mañana para abrazarle. El amor
es ese grito que ahora te llama y te hace comprender que es hora de cambiar.
Una lágrima caerá sobre tú
mejilla, pero tienes que hacerlo. No puedes seguir atada a algo que no es real.
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